Porque cada instante, cada minuto, y cada segundo fueron tocados por la misericordia de Dios.
Su gracia fue envolviendo cada día y cada
hora.
Los momentos de felicidad dieron testimonio de que Dios es infinita
alegría
Los momentos de preocupación asumieron que solo Dios puede tener el control de la historia
Los momentos de logros, aplaudieron al Dios que cumple sus promesas
Los momentos de oscuridad supieron encontrar y dar paso
a Aquel que es la luz misma
Los momentos de tristeza acudieron a buscar en Dios la fuente de la alegría
Los momentos de lágrimas se toparon con el Dios de todo consuelo
Los momentos de caídas y errores
se convirtieron en enseñanza
Y en la actitud de un niño que depende de Dios
Y todo, finalmente se convirtió en armonía, como un arcoíris que muestra
que cada color es necesario, experimentando la belleza de la vida,
cuando esta se toma y se abraza como viene y cuando con mirada y actitud
contemplativa se palpa que realmente en Dios somos, nos movemos y existimos
Y cada etapa, cada año, es un trozo de historia que Dios
va escribiendo
como nuestra historia de salvación
FELIZ Y BENDECIDO 2018