Después de Adviento y Navidad en donde contemplábamos a Jesús pequeño, la liturgia empieza a ponernos a Jesús en acción, donde una de sus primeras acciones es llamar a los discípulos para iniciar con ellos todo un proyecto de vida para la humanidad. En Mateo 4,19, Jesús les dice a Pedro y a Andrés: “Síganme y yo los haré pescadores de hombres” (Mateo 4:19). Además, extiende la misma invitación a otros dos pescadores: Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo. Los cuatro la aceptan sin dudar. Dejan su negocio de pesca y se convierten en los primeros discípulos de Jesús que se dedicarán exclusivamente a acompañarlo.
Tiempo ordinario es también un tiempo para ponerte a la escucha de Jesús y preguntarle que é quiere de ti. Desde la barca de tu vida, desde tu mar, déjate contemplar por El y escuchar la dulce y exigente frase de “Síganme y yo los haré pescadores de hombres”. Asi este tiempo se convertiráa en extraordinario. El mundo, como en tiempo de Jesús sigue necesitando el continuo renacer de la Iglesia de hombres y mujeres que se comprometan en su proyecto salvador. Escucha su llamado y si es para ti la invitación, no dudes en decirle SI.