VIACRUCIS EN
TIEMPO DE PANDEMIA
AL EMPEZAR EL VIA CRUCIS
Guía: Por la señal de la Santa Cruz,
Todos: de nuestros enemigos,
líbranos, Señor, Dios Nuestro.
En el Nombre del Padre,
y del Hijo y del Espíritu Santo.
AMEN.
Guía: Señor mío Jesucristo,
Todos: Dios y hombre verdadero,
me pesa de todo corazón haber pecado,
porque he merecido el infierno y he perdido el Cielo;
y sobre todo, porque te ofendí a Ti,
que eres tan bueno y que tanto me amas,
y a quien yo quiero amar sobre todos las cosas.
Propongo firmemente, con tu gracia,
enmendarme y evitar las ocasiones próximas de pecado,
confesarme y cumplir la penitencia.
Confío me perdonarás por tu infinita misericordia.
AMEN.
I ESTACION. JESÚS ES CONDENADO A MUERTE
G. Te adoramos a Cristo y te bendecimos
T. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo
Lector: « ¿Quién podrá creer esta noticia? No tenía gracia ni belleza para que nos fijáramos en él.
Despreciado y tenido como la basura de los hombres, hombre de dolores y familiarizado con el sufrimiento. Ha sido tratado como culpable a causa de nuestras rebeldías y aplastado por nuestros pecados.
El soportó el castigo que nos trae la paz y por sus llagas hemos sido sanados. (Is 53,1-8).
Lector: Jesús, ahora nosotros como humanidad nos sentimos condenados a muerte, ante una pandemia que nos asecha, no solo como enfermedad sino lo que trae después. Ayúdanos a confiar en que tu mismo pasaste por un sufrimiento mayor y lo venciste.
(breve silencio).
OREMOS. Señor Jesús, gracias por habernos amado tanto. Ayuda a tantos que se han sentido cerca de la muerte en esta pandemia del corona virus y ayúdanos a hacer consciencia de la soledad de ellos como de quienes viven el
II ESTACION
JESUS CARGA LA CRUZ Y SE DIRIGE AL CALVARIO
T. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo
Lector: « Si alguno quiere seguirme, olvídese de sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque si alguno quiere salvar su vida, la perderá; en cambio, si pierde la vida por mi y por el Evangelio, la salvará. (Mc 8,34-38).
Lector. Jesús, ante esta pandemia mundial es tiempo de olvidarnos de nosotros mismos y pensar en los demás, tomando nuestra cruz y experimentando el gozo de servir a los demás, y cuidar a nuestra creacion.
(breve silencio).
OREMOS. Señor Jesús, concédenos llevar nuestra cruz con fidelidad hasta la muerte.
III ESTACION. JESÚS
CAE POR PRIMERA VEZ
T. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo
Lector: « He ofrecido mi espalda a los que me golpeaban, y mis mejillas a los que me jalaban la barba, y no oculté mi rostro ante las injurias y los salivazos. Puse mi cara dura como piedra» (Is 50,6-7).
Lector. Jesús tu caíste y te levantaste, ayúdanos a confiar que después de esta caída mundial juntos, nosotros y la creacion y con tu ayuda nos vamos a levantar.
(breve silencio).
OREMOS. Señor no permitas que nos desanimemos en la prueba y en nuestras caídas, que siempre confiemos en que detrás de las nuves hay un cielo azul.
IV ESTACION. JESÚS
ENCUENTRA A SU MADRE
T. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo
Lector: « Simeón lo bendijo, y después dijo a María, su Madre: Mira, este niño debe ser causa tanto de caída como de resurrección para la gente de Israel. Será puesto como una bandera, de modo que a Él lo atacarán y a ti misma una espada te atravesará el corazón» (Lc 2,34-35).
Lector. María, madre del dolor, tu nos ensenas a esperar contra toda esperanza, y a creer que en medio de esta noche mundial esta cerca la resurrección.
(breve silencio).
OREMOS. Oh, María, madre de Jesús y madre nuestra, enséñanos a sufrir confiar en medio de la noche de la fe.
V. ESTACION- EL CIRINEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ
T. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo
Lector: « La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos; por eso rueguen al Dueño de la cosecha que envíe obreros a su cosecha. Vayan, los envío como corderos en medio de lobos» (Lc 10, 2-3).
Lector. Jesús, tu nos ensenas que en este tiempo del coronavirus es oportunidad de ser cirineos que puedan ayudar a los que mas sufren en este momento, haciendo lo que nos toca hacer.
(breve silencio).
OREMOS. Señor Jesús, perdónanos si muchas veces no te hemos ayudado a llevar la cruz. Si no te hemos encontrado en la soledad del enfermo por corona virus, o en el cansancio de los doctores y enfermeras, como los de intendencia, así como en nuestras familias con quienes hoy convivimos mas de cerca.
VI
ESTACION-LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS
T. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo
LECTOR. Mientras Jesús trata de seguir adelante, una mujer se le acerca y le enjuga el rostro con una toalla, quedando en ella la imagen de su cara.
Cada cristiano tiene que imitar a la Verónica, procurando transformar su misma vida en una imagen de Cristo.
Lector. Jesús, tu nos recuerdas que estás en rostros que sufren más en este momento ya sea por enfermedad o por el futuro de pobreza que tal vez pueda venir después de esto. Queremos como la Verónica, saber enjuagar esos rostros sufrientes y encontrarte a ti en ellos.
(breve silencio).
OREMOS. Señor Jesús, ayúdanos a ser verónicas de tantos rostros sufrientes que abundan ahora, especialmente en esta crisis mundial.
VII ESTACION. JESÚS
CAE POR SEGUNDA VEZ
T. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo
Lector: « Como hijos obedientes, no vivan más como en el tiempo anterior, cuando todavía ignoraban y se guiaban por sus pasiones. El que los llamó a ustedes, es santo; y también ustedes han de ser santos en toda su conducta, según dice la Escritura: Ustedes serán santos porque yo lo soy.
(1 Pe 1,14-16).
Lector. Jesús, tu caíste por segunda vez, y nosotros caemos una y otra vez, pasamos pruebas y no acabamos de aprender. Queremos que esta prueba que ahora vivimos como comunidad mundial nos ensene a valorar más la familia, y los valores esenciales que nos levantan como humanidad llamada a ser a tu imagen y semejanza.
(breve silencio).
OREMOS. Señor Jesús, ayúdanos a levantarnos una y otra vez, y que nuestras caídas nos ayuden a vivir de acuerdo a tu plan sobre nosotros.
VIII ESTACION- JESÚS
HABLA A LAS PIADOSAS MUJERES
T. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo
Lector: « Lo seguía muchísima gente, especialmente las mujeres que se golpeaban el pecho y se lamentaban por Él. Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloren por mí. Lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos. Porque va a llegar el día en que se dirá: Felices las mujeres que no dieron a luz ni amamantaron. Entonces se dirá: ¡Ojalá que las lomas nos ocultaran! Porque, si así tratan al árbol verde, ¿qué no harán con el seco?» (Lc 23,27-31).
Lector. Jesús queremos llorar por nosotros mismos, por aquello que nos impide tomarnos en serio el camino de la conversión, y por no aprovechar las situaciones de crisis para sacar lo mejor para nuestra vida.
(breve silencio).
OREMOS. Señor Jesús, concédenos descubrir en esta crisis de enfermedad y economica aquello por lo que nos deberíamos arrepentir, y concédenos un corazón que llora en serio sus pecados y los de la humanidad, para poder experimentar el ser hombres y mujeres nuevos.
IX
ESTACION- JESÚS CAE POR TERCERA VEZ
T. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo
Lector: « Derramaré sobre ustedes agua purificadora y serán purificados. Los purificaré de toda mancha y de todos sus ídolos. Les daré un corazón nuevo. Y pondré dentro de ustedes un espíritu nuevo. Les quitaré del cuerpo el corazón de piedra, y les pondré un corazón de carne. Infundiré mi espíritu dentro de ustedes, para que vivan según mis mandamientos y respeten mis órdenes» (Ez 36,25-27).
Lector. Jesús, seguimos cayendo, pues nuestra vida es un proceso, pero tu no te cansas de buscarnos con tu mirada comprensiva desde tu tercera caída, has que esta pandemia nos ayude a levantarnos con mas fuerza para vencer toda clase de tentación.
(breve silencio).
OREMOS. Oh Jesús, te pedimos que esta pandemia mundial sea una oportunidad para permitir que tu nos quites el corazón de piedra y nos concedas un corazón de carne, que sepa amar de veras a Ti y a los hermanos.
X
ESTACION-JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS
T. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo
Lector: « Yo soy un gusano, y ya no un hombre; vergüenza de los hombres y basura del pueblo. Mis huesos se han descoyuntado, mi corazón se derrite como cera. Se reparten entre sí mis vestiduras y mi túnica se juegan a los dados» ( Sal 22,7.15.19).
Lector. Mientras Jesús es despojado de las vestiduras, nosotros seguimos teniendo nuestro corazón apegado a lo material y a los honores. Por eso hay guerras entre países, así como entre personas.
(breve silencio).
OREMOS. Señor Jesús, ayúdanos a despojarnos de lo que nos deshumaniza y permite que esta crisis mundial nos vuelva a lo esencial que eres tu
XI- JESÚS
ES CRUCIFICADO
T. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo
Lector: « Así como Moisés levantó la serpiente de bronce en el desierto, así también es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado en alto, para que todo el que crea en Él tenga la vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo que le dio su Hijo único, para que todo el que crea en Él, no se pierda, sino que tenga la vida eterna» ( Jn 3,14-16).
Lector. Jesús, sigues siendo crucificado en tantas vidas que ha cobrado este coronavirus y en tantos enfermos que están solos, así como en quienes se sientes desesperados porque han perdido su trabajo.
(breve silencio).
OREMOS. Señor Jesús, si no podemos estar cerca físicamente por la cuarentena, ayúdanos a estar moralmente cerca, de quienes se sientes solos y aislados por esta pandemia u otras realidades de sufrimiento. Ayúdanos a experimentar y compartirles tu vida en abundancia.
XII
ESTACION- JESÚS MUERE EN LA CRUZ
T. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo
Lector: « Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos, porque fuiste degollado y por tu sangre compraste para Dios, hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación; y has hecho de ellos para nuestro Dios un reino de sacerdotes que reina sobre la tierra. ( Ap 9,10.12).
Lector. Jesús, cuantos han muerto ya por esta epidemias, queremos ponerlos en tu corazón y en tu cruz, y nosotros mientras peregrinamos por esta vida, queremos que esta prueba nos ayude a morir a nuestro egoísmo, soberbia, orgullo, odios, rencores y todo eso que no nos deja experimentar desde ya tu liberación.
(breve silencio).
OREMOS. Señor Jesús, acoge en tu seno a quienes han fallecido por el coronavirus, y permítenos a nosotros ser grano que muere, especialmente al individualismo, a la superficialidad, a la indiferencia, al materialismo y a tantas pandemias que nos alejan de ser parte de tu pueblo santo, comprado por tu sangre.
XIII ESTACION- BAJAN
A JESÚS DE LA CRUZ
T. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo
Lector: « Vinieron entonces los soldados y les quebraron las piedras a los que estaban crucificados para después retirarlos. Al llegar a Jesús vieron que ya estaba muerto. Así que no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le abrió el costado de una lanzada y al instante salió sangre y agua. El que lo vio lo declara para ayudarles en su fe, y su testimonio es verdadero. El mismo sabe que dice la verdad. Esto sucedió para que se cumpla la Escritura que dice: "No le quebrarán ni un solo hueso", y en otra dice: "Contemplarán el que traspasaron"» (Jn 19,32-37).
Lector. Jesús nuestro mundo actual, desde esta pandemia, parece tocar el sufrimiento del calvario, donde tu has muerto y tu pareces no decir nada. Se oyen solo las lagrimas de unas mujeres, del discípulo amado y de tu madre, y con ellos el sufrimiento de la humanidad.
Breve silencio
OREMOS. Señor Jesús, consuélanos en este valle de lagrimas con las propias lagrimas de tu madre y has que los que más sufren en este momento puedan sentir tu cercanía misteriosa desde el silencio del calvario.
XIV
ESTACION- JESÚS ES SEPULTADO
T. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo
Lector: « No busque nadie sus propios intereses, sino más bien, el beneficio de los demás. Tengan entre ustedes los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús: Él, que era de condición divina, no se aferró celoso a su igualdad con Dios. Sino que se aniquiló a sí mismo tomando la condición de siervo, y llegó a ser semejante a los hombres. Habiéndose comportado como hombre, se humilló, obedeciendo hasta la muerte, y muerte en una cruz» ( Fil 2,2-8).
Lector. Jesús, queremos tener un mismo sentir con la humanidad sufriente, queremos conectar con todo sufrimiento que ha traído esta pandemia mundial, queremos empatizar con el cansancio de los médicos, enfermeras, los trabajadores de intendencia y todos los que tienen que trabajar fuera para que esto termine, asi como de quienes se han quedado sin trabajo. Queremos enterrar lo que ya no nos sirve junto a tu sepulcro para llegar a ser semejantes a ti, que obedeciste al Padre.
(breve silencio).
OREMOS. Señor Jesús, enséñanos a ser humildes. Que nunca busquemos los honores de este mundo y que nuestra oración sea incienso que se levanta a ti por quienes están dando su esfuerzo en la lucha por esta pandemia.
XV ESTACION-JESUCRISTO RESUCITA VICTORIOSO
G. Te adoramos a Cristo y te bendecimos
T. Porque con tu santa cruz redimiste al mundo
Lector: «. Ustedes estaban muertos por sus pecados; pero Dios les perdonó todas sus faltas. Así pues, si han sido resucitados con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde se encuentra Cristo, sentado a la derecha de Dios; piensen en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Pues ustedes han muerto, y su vida está ahora escondida con Cristo, en Dios. Cuando se manifieste Cristo, que es nuestra vida, ustedes también vendrán a la luz con Él y tendrán parte en su gloria» ( Col 2,12-13; 3,1-4).
Lector. Jesús, solo en ti esta nuestra esperanza, solo en ti nuestra fortaleza, creemos y esperamos en que el mal no tiene la ultima palabra, porque tu venciste la muerte y el pecado y nos has hecho para la alegría de la resurrección.
(breve silencio).
OREMOS. Señor Jesús, enséñanos a vivir aun en medio de las oscuridades de este mundo, con la esperanza y la alegría de la resurrección, sabiendo que tu eres el Dios de la vida, y a esa vida nos llamas cada día.
Oración final.
Padre misericordioso, te damos gracias y te alabamos por el grande amor que has manifestado hacia nosotros. Por amor nos creaste y por amor nos redimiste, entregando a tu mismo Hijo, que derramó toda su sangre para pagar nuestra libertad y conseguirnos el perdón de los pecados.
Y para que nuestra vida, desde ahora fuera una ofrenda agradable para ti, nos enviaste al Espíritu Santo como primicia de la nueva vida que tendremos un día en la gloria. Bendito sea para siempre tu santo Nombre. No permitas nunca que volvamos al pecado; más bien, ayúdanos a tener siempre una vida santa, alabándote ahora y por los siglos de los siglos. AMÉN.