VOCACION A LA VIDA (Juan 11,1-45)
El anhelo vocacional te lleva a salir de los sepulcros
donde podríamos andar
Sepulcro
de la rutina: cuando has renunciado a cualquier intento por
cambiar, aceptando la mediocridad y renunciando a todo esfuerzo superarte.
Sepulcro
del desengaño: cuando las decepciones y los fracasos han puesto crespones
negros en tu alma: te has vuelto pesimista y has renunciado al sueño de
cambiar.
Sepulcro
de la miseria: cuando la vida se vuelve una carga y un dolor,
fruto
de la injusticia.
Sepulcro
del pecado y del “no-amor” pues el que no ama está muerto.
Y a dar una respuesta libre y alegre desde tres verbos
QUITAD LA
LOSA” Quita de tu vida todo aquello que sea signo de muerte y de pecado, y
hazlo desde la ayuda de Jesús que está ahí a tu lado.
“VEN AFUERA” Sal de ti mismo, de tu
orgullo, tu egoísmo, sal al encuentro de Dios y al encuentro del otro que te
necesita, la respuesta vocacional es un olvido de ti y un servicio a la
humanidad.
“DESATADLO Y
DEJADLO ANDAR. Desata también la muerte de otros. La respuesta vocacional te
libera a ti, y desde ahí te lleva a servir a los demás, a desatar las cadenas
injustas, a liberar con Jesús a la humanidad herida por el pecado.
Como podrías hacer vida en ti estos tres verbos?