domingo, 30 de noviembre de 2014
miércoles, 19 de noviembre de 2014
El logo de la vida consagrada
El Logo para el año de la vida consagrada, expresa por medio de símbolos los valores fundamentales de la vida consagrada. En ella se reconoce la «obra incesante del Espíritu Santo, que a lo largo de los signos difunde las riquezas de la práctica de los consejos evangélicos a través de múltiples carismas, y que también por esta vía hace presente de modo perenne en la Iglesia y en el mundo, en el tiempo y en el espacio, el misterio de Cristo» (VC 5)
El signo gráfico que dibuja el perfil de la paloma corresponde en árabe a la palabra Paz: una llamada a la vocación de la vida consagrada para que sea ejemplo de reconciliación universal en Cristo.
Los símbolos en el Logo
La paloma sobre las aguas.
La paloma pertenece a la simbología clásica para indicar la acción del Espíritu Santo fuente de vida e inspirador de creatividad. Es una referencia a los comienzos de la historia: en el principio, el Espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas (cfr. Gen 1,1). La paloma, que planea sobre un mar hinchado de vida sin expresar, recuerda la fecundidad paciente y confiada, mientras que los signos que la rodean revelan la acción creadora y renovadora del Espíritu.
Las aguas formadas por piezas de mosaico, indican la complejidad y la armonía de los elementos humanos y cósmicos, que el Espíritu hace "gemir" según los misteriosos designios de Dios (cfr. Rm 8,27), para que converjan en el encuentro acogedor y fecundo que lleva a una nueva creación, aunque estén amenazados por un mar de hostilidades - la palomavuela sobre las aguas del diluvio (Gn 8, 8-14). Los consagrados y las consagradas en el signo delEvangelio - desde siempre peregrinos entre los pueblos también por las vías del mar - viven su variedad carismática y diaconal como "buenos administradores de la multiforme gracia de Dios" (1Pd 4,10); marcados por la Cruz de Cristo hasta el martirio, habitan la historia con la sabiduría del Evangelio, llevando la Iglesia a que abrace y sane todo lo humano en Cristo.
Las tres estrellas.
Recuerdan la identidad de la vida consagrada en el mundo: como confessio Trinitatis, signum fraternitatis e servitium caritatis. Expresan la circularidad y la relacióndel amor trinitario que la vida consagrada trata de vivir cada día en el mundo, en el signo de la fraternidad. Las estrellan indican también el triple sello áureo con el que la iconografía bizantina honra a María, la toda Santa, primera Discípula de Cristo, modelo y patrona de toda vida consagrada.
El globo poliédrico.
El pequeño globo poliédrico significa el mundo con la variedad de pueblos y culturas, como afirma el Papa Francisco (cfr EG 236). El soplo del Espíritu lo sostiene y lo conduce hacia el futuro. Invitación a los consagrados y a las consagradas a que sean "portadores del Espíritu (pneumatophóroi), hombres y mujeres auténticamente espirituales, capaces de fecundar secretamente la historia" (VC 6).
El signo gráfico que dibuja el perfil de la paloma corresponde en árabe a la palabra Paz: una llamada a la vocación de la vida consagrada para que sea ejemplo de reconciliación universal en Cristo.
Los símbolos en el Logo
La paloma sobre las aguas.
La paloma pertenece a la simbología clásica para indicar la acción del Espíritu Santo fuente de vida e inspirador de creatividad. Es una referencia a los comienzos de la historia: en el principio, el Espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas (cfr. Gen 1,1). La paloma, que planea sobre un mar hinchado de vida sin expresar, recuerda la fecundidad paciente y confiada, mientras que los signos que la rodean revelan la acción creadora y renovadora del Espíritu.
Las aguas formadas por piezas de mosaico, indican la complejidad y la armonía de los elementos humanos y cósmicos, que el Espíritu hace "gemir" según los misteriosos designios de Dios (cfr. Rm 8,27), para que converjan en el encuentro acogedor y fecundo que lleva a una nueva creación, aunque estén amenazados por un mar de hostilidades - la paloma
Las tres estrellas.
Recuerdan la identidad de la vida consagrada en el mundo: como confessio Trinitatis, signum fraternitatis e servitium caritatis. Expresan la circularidad y la relación
El globo poliédrico.
El pequeño globo poliédrico significa el mundo con la variedad de pueblos y culturas, como afirma el Papa Francisco (cfr EG 236). El soplo del Espíritu lo sostiene y lo conduce hacia el futuro. Invitación a los consagrados y a las consagradas a que sean "portadores del Espíritu (pneumatophóroi), hombres y mujeres auténticamente espirituales, capaces de fecundar secretamente la historia" (VC 6).
lunes, 3 de noviembre de 2014
Nuestro carisma
Nuestra Congregación, siguiendo a Cristo en su comunicación filial
y confiada con el Padre, tiene la misión de vivir la experiencia de Dios y
ayudar a que otros la vivan, a través de la entrega sencilla de nuestra vida,
preferentemente entre los pobres.
El carisma es el corazón que da sentido a
nuestra consagración en el ser Carmelita Misionera de Santa Teresa en la
Iglesia y para la Iglesia, desde una constante apertura a los signos de los tiempos,
en donde somos conscientes de que Dios
nos sigue cuestionando y a la vez renovando nuestro llamado desde
diferentes gritos de sufrimiento de la humanidad como la guerra, la pobreza,
la violencia, el individualismo y todo aquello que sigue aquejando a cada generación.
El hecho
de haber sido llamadas para seguir a Cristo en su comunicación filial y
confiada con el Padre es un don único, que nunca acabamos de agradecer y mediante el cual el Espíritu
nos invita a ser configuradas con Cristo, desde nuestros límites y debilidades,
y al mismo tiempo desde la grandeza del Dios que no se cansa de hacer
maravillas con las personas y que sigue llamando a hombres y mujeres a vivir diferentes
carismas para servir a la Iglesia. Por eso, somos conscientes de que esto no
nos pertenece, sino que viene de Dios y
pertenece a la salvación del mundo y al servicio de la iglesia. El tiene
sus formas de seguir llamando a mujeres que sigan enriqueciendo y acogiendo
este magnífico don, que sin merecerlo, nos ayuda a vivir la radicalidad del
Evangelio.
miércoles, 17 de septiembre de 2014
Nuestra vida es en comunidad

ORACIONES POR LA COMUNIDAD.
Señor, contemplo tus obras, tu presencia active, y
ponderosa, silenciosa y suave y amorosa en todas tus acciones. Que grande eres
Señor y Dios mío. Que maravilloso es contemplar el amor y
la unión de voluntad en ti Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Que regalo tan
grande recibo entender mi comunidad. Cada hermana vive y se esfuerza
diariamente por vivir un aspecto un rasgo de ti Dios Trino y uno; Gracias por
las veces que te puedo descubrir en ellas. Gracias porque las tengo y en ellas
te tengo a ti. Bendícenos Señor, Bendícenos con tu amor. Queremos como le
concediste a Teresita, ser una zarza ardiente de AMOR que no se consume. AMEN,
AMEN, AMEN.
Hna. Rosy
Gracias Padre por
llamarme a seguir a Tu Hijo, Jesús como CMST.
Gracias por el don de
la comunidad. Desde un principio la comunidad será parte de nuestra identidad
como CMST.
Gracias porque cada
una con sus dones personales estamos unidas por una misma gracia. En comunidad
nos llamas a seguirte, a crecer, a compartir tu Reino.
Gracias porque en
comunidad nos vamos conociendo, aceptando, perdonando y alli en comunidad
descubrimos que Tu eres un Dios Misericordioso. Amen
Hna. Herlinda
viernes, 12 de septiembre de 2014
Vocacion en Teresa de Lisieux
LOS SIGNOS DE UNA AUTENTICA VOCACION
DADOS EN TERESA DE LISIEUX
1.- CONCIENCIA DEL LLAMADO. No era un sueño de niña que se deja entusiasmar fácilmente,
sino la certeza de la llamada de Dios..
2.-PUREZA DE INTENCION. Quería ir al
Carmelo, no por Paulina (su hermana), sino solo por Jesús…
3.-EXPERIENCIA DE PAZ. Pensé muchas cosas que las palabras no pueden traducir,
pero que dejaron una gran paz en mi alma…
miércoles, 9 de julio de 2014
EL ESCAPULARIO DEL CARMEN
EL ESCAPULARIO DEL CARMEN
El escapulario
del Carmen es el signo externo de devoción mariana, que consiste en la
consagración a la Santísima Virgen María por la inscripción en la Orden
Carmelita, en la esperanza de su protección maternal. El distintivo
externo de esta inscripción o consagración es el pequeño escapulario marrón.
El escapulario
del Carmen es un sacramental, es decir, según el Concilio Vaticano II, "un
signo sagrado según el modelo de los sacramentos, por medio del cual se significan
efectos, sobre todo espirituales, que se obtienen por la intercesión de la
Iglesia". (S.C.60).
2.- Origen y propagación
2.- Origen y propagación
A finales del
siglo XII o principio del XIII nacía en el monte Carmelo, de Palestina, la
Orden de los Carmelitas. Pronto se vieron obligados a emigrar a Occidente. En
Europa, tampoco fueron muy bien recibidos por todos. Por ello el Superior
General de la Orden, San Simón Stock, suplicaba con
insistencia la ayuda de la Santísima Virgen con esta oración:
En 1251,
la Bienaventurada Virgen María, acompañada de una multitud de ángeles, se
apareció a San Simón Stock, General de los Carmelitas, con el escapulario de la
Orden en sus manos, y le dijo: "Tú y todos los Carmelitas tendréis el
privilegio, que quien muera con él no padecerá el fuego eterno"; es decir,
quien muera con él, se salvará.
Este relato lo
encontramos ya en un santoral de fines del siglo XIV, que sin duda lo toma de
códices más antiguos. En el mismo siglo XIII Guillermo de Sandwich O.C.
menciona en su "Crónica", la aparición de la Virgen a San Simón Stock
prometiéndole la ayuda del Papa.
La promesa del
escapulario es de tal trascendencia, que precisamente por ellosuscitó fuerte
oposición.
Al vestir el
escapulario, y durante toda la vida, es muy importante que sepamos apreciar su
profundo y rico significado, como pertenencia a una Orden, a la del Carmen, con
obligación de vivir según su rica espiritualidad y su propio carisma. Quien
viste el escapulario debe procurar tener siempre presente a la Santísima Virgen
y tratar de copiar sus virtudes, su vida y obrar como Ella, María, obró, según
sus palabras: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu
palabra".
El escapulario
del Carmen es un MEMORIAL de todas las virtudes de María. Así lo recordaba a
todos: religiosos, terciarios, cofrades. "Que forman, por un especial
vínculo de amor, una misma familia de la Santísima Madre", el Papa Pío
XII, el 11.2.1950.
Reconozcan en
este memorial de la Virgen un espejo de humildad y castidad.
- Vean, en la forma sencilla de su hechura, un
compendio de modestia y candor.
- Vean, sobre todo, en esta librea que visten ida y
noche, significada, con simbolismo elocuente, la oración con la cual
invocan el auxilio divino.
- Reconozcan, por fin, en ella su consagración al
Sacratismo Corazón de la Virgen Inmaculada, s recientemente
recomendada".
Cada
escapulario tiene sus privilegios o gracias particulares, pero todos pueden
sustituirse por la medalla-escapulario (cfr. Decreto de 16-XII-1910). Sería
falta de fe en la autoridad suprema del Vicario de Cristo que
confiere a esta medalla tal privilegio, creer que vale menos, para ganar las
promesas, llevar la medalla que los trozos de paño (aunque en determinados
casos, por otras razones externas de mayor visibilidad, etc., puede ser
preferible el escapulario de paño).
La
medalla-escapulario debe tener por una parte la imagen de Jesús con el Corazón,
y por la otra una imagen de la Virgen bajo cualquier advocación. Lo mismo que
los escapularios ha de estar bendecida por un sacerdote.
Es doctrina
católica, repetida por el Concilio Vaticano II: "El conjunto de los fieles,
porque tiene la unción del Espíritu Santo (cfr. 1 Jn. 2, 20-27) no puede
equivocarse cuando cree, y esta peculiar propiedad suya la manifiesta por el
sentido sobrenatural de fe de todo el pueblo cuando, desde los Obispos hasta
los últimos fieles, presta su consentimiento universal en lo referente a la fe
y costumbres. Con este sentido de fe... y bajo la guía del sagrado
Magisterio... se adhiere infaliblemente a ella, con certero juicio la penetra
más profundamente y la aplica más plenamente a la vida" (L.G. 12).
Esta precisa y
espléndida formulación conciliar no puede ser más explícita. Y es que la misma
prerrogativa de infalibilidad concedida por Jesús a su Vicario mediante la
asistencia del Espíritu Santo, tiene precisamente como finalidad que el conjunto
del Pueblo de Dios, su Iglesia y Cuerpo místico, no se equivoque, por ejemplo,
con una devoción aceptada por todos.
En
consecuencia: Si la promesa del Escapulario aplicada a todos los fieles
(proceda de la visión de San Simón Stock o de donde sea) no fuese verdadera, el
Espíritu Santo no hubiera permitido que la Iglesia, el conjunto del Pueblo de
Dios, la tuviese por cierta. Para muchos la prueba es irrefutable, ni para ello
es necesaria una definición del Magisterio Supremo. Aunque sí hubo controversias
y fueron dirimidas por la Santa Sede
El Escapulario
del Carmen además de la promesa de salvación para quienes mueran con él, lleva
también consigo el llamado privilegio sabatino.
Según la
tradición, a la muerte de Clemente V (1314), en el cónclave que duró dos años y
tres meses, la Santísima Virgen se apareció al Cardenal Jaime Duesa, muy devoto
de ella, y le anunció que sería Papa con el nombre de Juan XXII, y añadió:
"Quiero que anuncies a los Carmelitas y a sus Cofrades: los que lleven
puesto el Escapulario, guarden castidad conforme con su estado, y recen el
oficio divino, - o los que no sepan leer se abstengan de comer carne los
miércoles y sábados -, si van al purgatorio Yo haré que cuanto antes,
especialmente el sábado siguiente a su muerte sean trasladadas sus almas al
cielo".
Se ha escrito
mucho sobre la "Bula sabatina", que en ese sentido publicó Juan XXII,
pero no hay suficientes pruebas documentales de ella. Sin embargo en el siglo
XV es muy citada, por ejemplo por el seudopapa Alejandro V (elegido por el
Concilio de Pisa, después de haber éste destituido a Gregorio XII y Benedicto
XIII, para acabar con el cisma; pero es claro que uno de ellos debía ser
legítimo, y un concilio no puede destituirle, sin embargo algunos, como San
Roberto Belarmino, consideran a Alejandro V Papa verdadero, y el próximo
Alejandro se tituló VI); aunque su bula de 7-07-1409 confirmando el Escapulario
no tenga valor magisterial, es interesante su testimonio de que conocía la de
Juan XXII. Esta también fue citada por Sixto IV (1-04-1477), Clemente VII
(1530) y San Pío V (1566) - quienes además citan y confirman la de Alejandro V
-; etc.
En las citas de
la "Bula sabatina" por los diversos autores, se encuentran diversas
lecturas de ella (lo que prueba que no dependen de un solo documento
inmediato). Por ejemplo, algunos en vez de ser "sábado" cuando la
Virgen socorre a los cofrades del purgatorio leen "súbito" (cuanto
antes), lo que parece una errata de transcripción, aunque así ha pasado a la
liturgia y a las encíclicas de Pío XII.
El privilegio
sabatino fue muy impugnado, no histórica, sino teológicamente, llegando el
Inquisidor General de Portugal, en 1609, a prohibir a los Carmelitas el
predicarlo. Estos apelaron al Romano Pontífice, quien confió la causa al Santo
Oficio, y por fin, en 1613 dio un decreto renovado literalmente por Inocencio
XI (1678), San Pío X (1908) y Pío XI (1922). En él se estableció: se permite a
los PP. Carmelitas predicar que el pueblo cristiano puede creer... (sigue lo dicho
antes).
Pío XII en su
citada Carta Magna del Escapulario del Carmen de 1950, enseña: "A la
verdad, no dejará la piadosísima Madre que sus hijos que expían sus culpas en
el purgatorio, no consigan cuanto antes la vida eterna por su intervención
delante de Dios, en conformidad con el privilegio sabatino".
En resumen: el
privilegio sabatino consiste en que la Santísima Virgen sacará del purgatorio
cuanto antes, especialmente el sábado después de su muerte, a quienes hayan
muerto con el Escapulario y durante su vida hayan guardado castidad según su
estado y rezado todos los días el oficio parvo. (Este se puede sustituir por la
Liturgia de las Horas o por la abstinencia de carne los miércoles y sábados, o
un sacerdote con facultad para ello, lo puede conmutar por otra obra piadosa,
v.gr. el rezo diario del Rosario). Si uno peca contra la castidad o deja un día
de hacer la obra prescrita, podrá recuperar el privilegio al confesarse y
cumplir la penitencia (de manera semejante a como se recuperan los méritos perdidos
por el pecado mortal, lo cual parece casi excesiva generosidad de Dios, pero es
doctrina católica).
La certeza de
este privilegio más que histórica, como decíamos del Escapulario, está fundada
en la potestad de la Iglesia que así lo propone y recomienda. Sería temerario y
ofensivo para la Iglesia, cuya Cabeza es Cristo y su alma vivificante el
Espíritu Santo, creer que comete una equivocación secular y universal en algo
que pertenece a la doctrina y vida cristiana.
En 1950
recordaba Pío XII: "Ciertamente, la piadosa Madre no dejará de hacer que
los hijos que expían en el Purgatorio sus culpas, alcancen lo antes posible la
patria celestial por su intersección, según el llamado privilegio sabatino, que
la tradición nos ha trasmitido" con estas palabras:
"Yo, su
Madre de Gracia, bajaré el sábado después de su muerte y a cuantos -
religiosos, terciarios y cofrades - hallaré en el Purgatorio los liberaré y los
llevaré al monte santo de vida eterna".
Por su profundo
simbolismo mariano, por los grandes privilegios y por el gran amor y
privilegiada asistencia, que ha manifestado a través de los siglos la Santísima
Virgen del Carmen a quienes visten devotamente su escapulario, es lo que tan
prodigiosamente se ha extendido por doquier esta piadosa devoción de vestir su
escapulario.
Sobre todo por
su rico simbolismo: ser hijo de María, ver en él todas las virtudes de María,
ser símbolo de nuestra consagración filial a la Madre Amable. Por Morir en
gracia de Dios, quien lo vista piadosamente.
- Por que saldrá del Purgatorio cuanto antes quien
muera devotamente con él.
- Por llegar su protección a todos los momentos de
la vida, a la muerte y aún más alla". En la vida protejo; en la
muerte ayudo, después de la muerte salvo, con sus credenciales.
- Por los innumerables prodigios que ha obrado.
- Por las relaciones con sus apariciones mas
recientes en Lourdes y Fátima.
Por las muchas
indulgencias que disfrutan quienes visten este escapulario.
viernes, 4 de julio de 2014
Virgen del Carmen
Señora del Monte Carmelo
que escuchaste la Palabra de Dios
la guardaste en el corazón
y la hiciste vida
Enseñanos a ser mujeres y hombres contemplativos
de este siglo, que transmitan el sabor a Dios
desde el silencio y la paz
en el ruido, los nervios y las preocupaciones de nuestro mundo
que nos dejemos interpelar por el mensaje de Dios
capaz de transforamar nuestras vidas
desde el silencio del corazón
purificando en lo profundo de nosotros
lo que impide ser resplandor del amor de Dios
Tu eres la madre, la amiga y la compañera de camino
cuyo único deseo es reproducir en nosotros
los razgos espirituales de tu Hijo
Permítenos madre, saborear la elocuencia
de tu silencio interior
y junto contigo, aprender a orar
dejando que nuestra mirada
se convierta en la mirada de Dios
para ver el mundo con ojos de misericordia
y para ser capaces de influir en la construcción
del Reino de Dios
Que nuestra vida sea un continuo subir a tu montaña del carmelo
en un ascender más y más a la santidad
para que día a día, podamos ser testigos
de lo que Dios es capaz de hacer con nosotros
como lo hizo contigo
Haz que nuestras familias sean espacio armónico
en donde se saboree la ciencia de Dios
en donde nuestro ser y hacer de cada día
muestre el gozo de ser hombres y mujeres de fe
Que el escapulario que portamos
nos recuerde que estamos invitados
a parecernos a ti, para ser un día semejantes a tu Hijo
en la práctica de las virtudes
así seremos los contemplativos que el mundo de hoy necesita
en donde de verdad se sepa a Dios
viernes, 9 de mayo de 2014
JORNADA MUNDIAL POR LAS VOCACIONES 2014
Con la conciencia de quien ha experimentado personalmente
hasta qué punto es inescrutable la voluntad salvífica de Dios, y que la
iniciativa de la gracia es el origen de toda vocación, el Apóstol recuerda a
los cristianos de Corinto: «Vosotros sois campo de Dios» (1 Co 3,9). Así, primero nace dentro de
nuestro corazón el asombro por una mies abundante que sólo Dios puede dar;
luego, la gratitud por un amor que siempre nos precede; por último, la
adoración por la obra que él ha hecho y que requiere nuestro libre compromiso
de actuar con él y por él.
2. Muchas veces hemos rezado con las palabras del salmista: «Él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño» (Sal 100,3); o también: «El Señor se escogió a Jacob, a Israel en posesión suya» (Sal 135,4). Pues bien, nosotros somos «propiedad» de Dios no en el sentido de la posesión que hace esclavos, sino de un vínculo fuerte que nos une a Dios y entre nosotros, según un pacto de alianza que permanece eternamente «porque su amor es para siempre» (Cf. Sal 136). En el relato de la vocación del profeta Jeremías, por ejemplo, Dios recuerda que él vela continuamente sobre cada uno para que se cumpla su Palabra en nosotros. La imagen elegida es la rama de almendro, el primero en florecer, anunciando el renacer de la vida en primavera (Cf. Jr 1, 11-12). Todo procede de él y es don suyo: el mundo, la vida, la muerte, el presente, el futuro, pero asegura el Apóstol «vosotros sois de Cristo y Cristo de Dios» (1 Co 3,23). He aquí explicado el modo de pertenecer a Dios: a través de la relación única y personal con Jesús, que nos confirió el Bautismo desde el inicio de nuestro nacimiento a la vida nueva. Es Cristo, por lo tanto, quien continuamente nos interpela con su Palabra para que confiemos en él, amándole «con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser» (Mc 12,33). Por eso, toda vocación, no obstante la pluralidad de los caminos, requiere siempre un éxodo de sí mismos para centrar la propia existencia en Cristo y en su Evangelio. Tanto en la vida conyugal, como en las formas de consagración religiosa y en la vida sacerdotal, es necesario superar los modos de pensar y de actuar no concordes con la voluntad de Dios. Es un «éxodo que nos conduce a un camino de adoración al Señor y de servicio a él en los hermanos y hermanas» (Discurso a la Unión internacional de superioras generales, 8 de mayo de 2013). Por eso, todos estamos llamados a adorar a Cristo en nuestro corazón (Cf. 1 P 3,15) para dejarnos alcanzar por el impulso de la gracia que anida en la semilla de la Palabra, que debe crecer en nosotros y transformarse en servicio concreto al prójimo. No debemos tener miedo: Dios sigue con pasión y maestría la obra fruto de sus manos en cada etapa de la vida. Jamás nos abandona. Le interesa que se cumpla su proyecto en nosotros, pero quiere conseguirlo con nuestro asentimiento y nuestra colaboración.
2. Muchas veces hemos rezado con las palabras del salmista: «Él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño» (Sal 100,3); o también: «El Señor se escogió a Jacob, a Israel en posesión suya» (Sal 135,4). Pues bien, nosotros somos «propiedad» de Dios no en el sentido de la posesión que hace esclavos, sino de un vínculo fuerte que nos une a Dios y entre nosotros, según un pacto de alianza que permanece eternamente «porque su amor es para siempre» (Cf. Sal 136). En el relato de la vocación del profeta Jeremías, por ejemplo, Dios recuerda que él vela continuamente sobre cada uno para que se cumpla su Palabra en nosotros. La imagen elegida es la rama de almendro, el primero en florecer, anunciando el renacer de la vida en primavera (Cf. Jr 1, 11-12). Todo procede de él y es don suyo: el mundo, la vida, la muerte, el presente, el futuro, pero asegura el Apóstol «vosotros sois de Cristo y Cristo de Dios» (1 Co 3,23). He aquí explicado el modo de pertenecer a Dios: a través de la relación única y personal con Jesús, que nos confirió el Bautismo desde el inicio de nuestro nacimiento a la vida nueva. Es Cristo, por lo tanto, quien continuamente nos interpela con su Palabra para que confiemos en él, amándole «con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser» (Mc 12,33). Por eso, toda vocación, no obstante la pluralidad de los caminos, requiere siempre un éxodo de sí mismos para centrar la propia existencia en Cristo y en su Evangelio. Tanto en la vida conyugal, como en las formas de consagración religiosa y en la vida sacerdotal, es necesario superar los modos de pensar y de actuar no concordes con la voluntad de Dios. Es un «éxodo que nos conduce a un camino de adoración al Señor y de servicio a él en los hermanos y hermanas» (Discurso a la Unión internacional de superioras generales, 8 de mayo de 2013). Por eso, todos estamos llamados a adorar a Cristo en nuestro corazón (Cf. 1 P 3,15) para dejarnos alcanzar por el impulso de la gracia que anida en la semilla de la Palabra, que debe crecer en nosotros y transformarse en servicio concreto al prójimo. No debemos tener miedo: Dios sigue con pasión y maestría la obra fruto de sus manos en cada etapa de la vida. Jamás nos abandona. Le interesa que se cumpla su proyecto en nosotros, pero quiere conseguirlo con nuestro asentimiento y nuestra colaboración.
3. También hoy Jesús
vive y camina en nuestras realidades de la vida ordinaria para acercarse a
todos, comenzando por los últimos, y curarnos de nuestros males y enfermedades.
Me dirijo ahora a aquellos que están bien dispuestos a ponerse a la escucha de
la voz de Cristo que resuena en la Iglesia, para comprender cuál es la propia
vocación. Os invito a escuchar y seguir a Jesús, a dejaros transformar interiormente
por sus palabras que «son espíritu y vida» (Jn 6, 63). María, Madre de Jesús y
nuestra, nos repite también a nosotros: «Haced lo que él os diga» (Jn 2, 5). Os hará bien participar con
confianza en un camino comunitario que sepa despertar en vosotros y en torno a
vosotros las mejores energías. La vocación es un fruto que madura en el campo
bien cultivado del amor recíproco que se hace servicio mutuo, en el contexto de
una auténtica vida eclesial. Ninguna vocación nace por sí misma o vive por sí misma.
La vocación surge del corazón de Dios y brota en la tierra buena del pueblo
fiel, en la experiencia del amor fraterno. ¿Acaso no dijo Jesús: «En esto
conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros» (Jn 13, 35)?
4. Queridos hermanos y hermanas, vivir este «“alto grado” de la vida cristiana ordinaria» (Cf. Juan Pablo II, Carta ap. Novo millennio ineunte, 31), significa algunas veces ir a contracorriente, y comporta también encontrarse con obstáculos, fuera y dentro de nosotros. Jesús mismo nos advierte: La buena semilla de la Palabra de Dios a menudo es robada por el Maligno, bloqueada por las tribulaciones, ahogada por preocupaciones y seducciones mundanas (Cf. Mt 13, 19-22). Todas estas dificultades podrían desalentarnos, replegándonos por sendas aparentemente más cómodas. Pero la verdadera alegría de los llamados consiste en creer y experimentar que él, el Señor, es fiel, y con él podemos caminar, ser discípulos y testigos del amor de Dios, abrir el corazón a grandes ideales, a cosas grandes. «Los cristianos no hemos sido elegidos por el Señor para pequeñeces. Id siempre más allá, hacia las cosas grandes. Poned en juego vuestra vida por los grandes ideales» (Homilía en la misa para los confirmandos, 28 de abril de 2013). A vosotros obispos, sacerdotes, religiosos, comunidades y familias cristianas os pido que orientéis la pastoral vocacional en esta dirección, acompañando a los jóvenes por itinerarios de santidad que, al ser personales, «exigen una auténtica pedagogía de la santidad, capaz de adaptarse a los ritmos de cada persona. Esta pedagogía debe integrar las riquezas de la propuesta dirigida a todos con las formas tradicionales de ayuda personal y de grupo, y con las formas más recientes ofrecidas en las asociaciones y en los movimientos reconocidos por la Iglesia» (Juan Pablo II, Carta ap. Novo millennio ineunte, 31).
4. Queridos hermanos y hermanas, vivir este «“alto grado” de la vida cristiana ordinaria» (Cf. Juan Pablo II, Carta ap. Novo millennio ineunte, 31), significa algunas veces ir a contracorriente, y comporta también encontrarse con obstáculos, fuera y dentro de nosotros. Jesús mismo nos advierte: La buena semilla de la Palabra de Dios a menudo es robada por el Maligno, bloqueada por las tribulaciones, ahogada por preocupaciones y seducciones mundanas (Cf. Mt 13, 19-22). Todas estas dificultades podrían desalentarnos, replegándonos por sendas aparentemente más cómodas. Pero la verdadera alegría de los llamados consiste en creer y experimentar que él, el Señor, es fiel, y con él podemos caminar, ser discípulos y testigos del amor de Dios, abrir el corazón a grandes ideales, a cosas grandes. «Los cristianos no hemos sido elegidos por el Señor para pequeñeces. Id siempre más allá, hacia las cosas grandes. Poned en juego vuestra vida por los grandes ideales» (Homilía en la misa para los confirmandos, 28 de abril de 2013). A vosotros obispos, sacerdotes, religiosos, comunidades y familias cristianas os pido que orientéis la pastoral vocacional en esta dirección, acompañando a los jóvenes por itinerarios de santidad que, al ser personales, «exigen una auténtica pedagogía de la santidad, capaz de adaptarse a los ritmos de cada persona. Esta pedagogía debe integrar las riquezas de la propuesta dirigida a todos con las formas tradicionales de ayuda personal y de grupo, y con las formas más recientes ofrecidas en las asociaciones y en los movimientos reconocidos por la Iglesia» (Juan Pablo II, Carta ap. Novo millennio ineunte, 31).
martes, 18 de febrero de 2014
Quienes somos
CARMELITAS MISIONERAS DE SANTA TERESA
Somos un Instituto de vida religiosa apostólica fundado en México D.F. el 8 de marzo de 1903, por las Madres: Soledad de la Pasión, Antonia del Espíritu Santo, Carmen de san Eliseo, Teresa Petra de la Cruz y aprobado por S.S. Pío XII el 16 de marzo de 1945.
NUESTRO CARISMA
El seguimiento a Cristo en su comunicación filial y confiada
con el Padre, con la misión de vivir la experiencia de Dios y ayudar a que otros la vivan mediante la entrega sencilla de nuestra vida preferentemente entre los pobres.
Fue el inicio de un camino nuevo de servicio a la Iglesia, en la tierra del Carmelo, desde el si de estas cuatro grandes mujeres, cuyo carisma es:
El seguimiento a Cristo en su comunicación filial y confiada
con el Padre, con la misión de vivir la experiencia de Dios y ayudar a que otros la vivan mediante la entrega sencilla de nuestra vida preferentemente entre los pobres.
María Madre del Carmelo
ocupa un lugar preferente en nuestra vida, como madre, hermana, patrona, amiga y compañera de camino en el seguimiento de Cristo.
Nuestra congregación hunde sus raíces en el Carmelo Teresiano, participando de la espiritualidad, enriquecida por los santos de la orden, desde la experiencia de
nuestras madres funddoras.
ETAPAS DE FORMACION
ASPIRANTADO
Tiempo en que la joven por medio de un discernimiento
Vocacional opta por un estado de vida
POSTULANTADO.
Primera experiencia al estilo de vida de la congregación
NOVICIADO
Iniciación a la vida religiosa
Tiempo de formación seria y profunda en que la novicia se dispone para su consagración total al Señor
JUNIORADO
Tiempo de votos temporales durante el cual, la hermana juniora se prepara para que, identificada como CARMELITA MISIONERA DE SANTA TERESA, haga su compromiso definitivo con Dios, la Iglesia y la congregación.
Estamos presentes en Estados Unidos, México, Suecia, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, El Salvador, Brasil, Perú, Bolivia, Chile y África.
martes, 11 de febrero de 2014
Retiro vocacional-Febrerso 2013
Mi corazón joven
Busca sentido a su vida
Mi corazón joven, te busca
A ti Dios mío
Y tengo sed de ti,
De ti Dios vivo
Como la sierva que busca el agua
O el niño hambriento su pan
Así te busco, Dios míodomingo, 2 de febrero de 2014
Dia de la vida consagrada 2014
ESTO ES LA VIDA CONSAGRADA PARA LA IGLESIA Y
EL MUNDO (PAPA FRANCISCO)
E
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l episodio de
la presentación de Jesús en el Templo es un icono de la donación de la propia
vida por parte de aquellos que, por un don de Dios, toman los rasgos
característicos de Jesús, virgen, pobre y obediente, el Consagrado del Padre
Con la
profesión de los votos, pertenecen a Dios de manera plena y exclusiva, viven su
consagración bautismal de un modo particular”.
Totalmente
consagrados a Dios, están totalmente entregados a los hermanos para llevar la
luz de Cristo, allá donde se encuentra la oscuridad más densa para difundir su
esperanza a los corazones cansados”.
Son un signo
de Dios en los diferentes ambientes de la vida, son levadura para el
crecimiento de una sociedad más justa y fraterna, profecía del compartir con
los pequeños y los pobres.
Cada persona
consagrada es un don para el pueblo de Dios en camino. Hay mucha necesidad de
estas presencias, que fortalecen y renuevan el compromiso de la difusión del
Evangelio, de la educación cristiana, de la caridad hacia los más necesitados,
de la oración contemplativa; el compromiso de la formación humana y espiritual
de los jóvenes, de las familias; el compromiso por la justicia y la paz en la
familia humana”.
La Iglesia y
el mundo necesitan este testimonio del amor y de la misericordia de Dios. Por
esto es necesario valorar con gratitud las experiencias de vida consagrada y
profundizar en el conocimiento de los diferentes carismas y espiritualidad”.
Debemos orar
para que muchos jóvenes respondan su ‘Sí’ al Señor cuando los llama a
consagrarse totalmente a Él para un servicio desinteresado a los hermanos.
Por todos
estos motivos, como ha sido ya anunciado, el año 2015 estará dedicado de manera
especial a la vida consagrada. Encomendemos desde ahora esta iniciativa a la
intercesión de la Virgen María y de San José, que, como padres de Jesús, fueron
los primeros en ser consagrado a Él, y a consagrar sus vidas a Él”, concluyó el
Santo Padre.
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