SEGUNDO
DÍA¡Ven, Padre de los pobres. Ven, Tesoro que sostienes. Ven, Luz de todo lo que vive!
Has que la vivencia de este don me prepare a darte una respuesta desde la vocacion a la que me llamas
El don del Temor
El don del Temor de Dios nos llena con un soberano respeto por Dios, y nos hace que a nada temamos más que a ofenderlo por el pecado. Es un temor que se eleva, no desde el pensamiento del infierno, sino del sentimiento de reverencia y filial sumisión a nuestro Padre Celestial. Es el temor principio de sabiduría, que nos aparta de las acciones, pensamientos y palabras que podrían de algún modo separarnos de Dios. Los que temen al Señor tienen corazón dispuesto, y en su presencia se humillan (Ecl 2,17).
Silencio contemplativo.
Oración
Espíritu de Majestad, te ruego me llenes del don de Temor de Dios, para no dejarme llevar de las tentaciones del mundo y por el contrario, esté siempre dispuesto a servirte con amor sabiendo que soy hijo predilecto de un Padre que me ama.
(Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria, 7 veces. Acto de Consagración y Oración por los siete dones)